Pau era un pasajero cualquiera,
de un vuelo cualquiera,
el cual se dirigía, al
llamado paraíso.
Un sitio donde él
tenia un palacio y
donde se preparaban
infinitas bandejas de pasteles.
Un sitio con
inmensos jardines
para pasear,
donde todos
tenían, su propio
pedestal.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.